La madre que quiero ser.

Inspirando a padres

No podemos gustar a todos. Como personas y como padres necesitamos encontrar nuestra identidad, nuestra forma de ser padres y trasmitirla a los demás.

Si me preguntas cuál ha sido mi mejor descubrimiento ahora mismo como madre, creo entender que madre soy y como quiero ser.

Empecé escuchando a todo el mundo y claro cada uno me hablaba desde su experiencia.

Si llora coge el niño en brazos…Si llora mejor no cogerlo

Mejor que se acostumbre en el carro…Mejor la mochila

Si no puedes con la lactancia materna dale un biberón…Nunca un biberón, haz todo lo posible para que sea lactancia materna

Hay que seguir rutinas estrictas…Mejor seguir el bioritmo del niño

Mejor no dar muchos limites al niño y escuchar sus necesidades…Es mucho mejor ser firmes y dar limites al niño

Los niños tienen que comer sentados y quietos en la mesa…Los niños son niños y pueden comer y levantarse si necesitan moverse

Mejor que no coma nada de azúcar…Dale unas chuches a este niño que se ha portado muy bien

Y cuando la cabeza explotó, entendí. Mi auto-exigencia de hacer lo mejor, no es lo mejor. Perdí el foco, mi hija. No me hace falta de nada la lucha de saber que es mejor para mis hijos si eso no se adapta a mi y a mi familia, en lugar de darme calma me provoca estrés. Tampoco es necesario criticar quien lo hace o es de forma distinta que yo. Esa persona, padre o madre, solo intenta buscar su verdad. Cuando te encuentras de verdad, dejas la crítica porque sabes cuanto te costó conocerte. Lo que me di cuenta en el proceso es de la importancia de conectar conmigo, con mi forma de ser madre, y esta toma de conciencia solo te puede llevar a un estado de bienestar. No soy una madre perfecta, solo soy yo, pero estoy segura que mis hijos podrán sacar lo mejor de todos sus referentes: papá, los abuelos, los profes, los amigos y todas las personas que crucen en su camino.

He aprendido que quiero ser una madre de relaciones horizontales, que no pasa nada si cometemos errores y lo volvemos a intentar, que intenta ponerse en los zapatos de los niños, que le gusta columpiarse y columpiar, que dice no y abraza, ofreciendo alternativas. ¿Por qué lo ha dicho algún experto? No, porque lo siento así. Y si hay alguien que lo piensa igual, ¡pues mejor! Está claro que leer experiencias de expertos me encanta. Y encontrar a padres y madres que quieran acompañarme en el camino de la crianza también. Esta soy yo. ¿Para qué tendría que ser otra madre?

Pero Sonia sabes que deberías ser o hacer… Las criticas nos confunden.

Recuerdo un día, en un Mercadona de Almería, 35 grados en pleno verano. Mi hija, que creo en aquella época tenía 6 o 7 meses, en camiseta y pantalón corto. Nada más entrar en el supermercado, una señora completamente desconocida nos grita:”¡Abrigad a la niña que hace frío!”. Probablemente sí, algunos minutos de frío habrá pasado y ¿cuantos pasará en toda su vida? Si tienes hijos sabes de lo que hablo jeje

No podemos gustar a todos y aceptarlo es profundamente liberador. Cada persona interpreta lo que pasa según la película que está viviendo. Y claro cada película es distinta. Las personas que nos dan consejos, muchas veces sin pedirlos, es porque con nosotros vuelven a vivir momentos importantes de su vida y aconsejan desde su sentir. Y si alguna cosa chirría con nosotros, es una buena señal que nos dice donde podemos trabajar nuestro desarrollo personal.

Yo he decidido ser yo misma.

¿Y tú? ¿Qué padre o madre eres?

Estoy segura que si eres padre o madre y estás leyendo esta web, te has leído muchas más y quieres saberlo todo y dar lo mejor a tus hijos. Si quieres encontrar tu identidad como padre – madre o quieres contactar conmigo para un acompañamiento personalizado, pincha aquí.